
En la era digital, los secretos industriales y la propiedad intelectual son activos críticos para el éxito de cualquier empresa. Sin embargo, estos activos están cada vez más expuestos a ciberamenazas, como el robo de datos y el espionaje industrial. La ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para proteger la propiedad intelectual y garantizar la competitividad en el mercado.

Los NFTs (tokens no fungibles) han irrumpido con fuerza en el mundo digital, transformando la forma en que percibimos y comercializamos la propiedad intelectual. Desde obras de arte digital hasta música y memes, los NFTs están redefiniendo los límites de la creatividad y los derechos de autor.

Los secretos comerciales e industriales son información confidencial que una empresa considera valiosa y que desea mantener en secreto.

El registro de una marca proporciona varias ventajas importantes para un negocio o empresa

Se entiende por marca, todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección, que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado.

Las organizaciones han desarrollado una presencia en el mundo digital que les ha permitido llegar a una mayor audiencia, y esto en ocasiones se refleja en mayores clientes; un cliente nuestro lo resume en una frase: “sin Internet, no existimos”; por lo que tener una presencia en la WEB es una obligación para toda organización.

Es muy sencillo para alguien que quiere copiar tu modelo de negocio y subirse a la fama de tu marca el copiarla, con algo tan simple como utilizar tu logo en su página web o Facebook, o en Instagram; claro, los hay todavía más osados que pueden estar clonando tus productos y vendiéndolos por Mercado Libre o Amazon etc.

Las marcas existían mucho antes de la llegada de las bases de datos informáticas, Internet o Google; sin embargo, en el ciberespacio se repiten los riesgos tradicionales (uso no autorizado, piratería, etc.) y ahora también exponenciados por el alcance global de la comunicación vía internet.

El derecho a la propia imagen es un derecho fundamental, el cual puede definirse como “aquel derecho que tiene cada persona para prohibir o, en su caso, autorizar, que su figura física o imagen se reproduzca, se utilice o se exhiba, con o sin fines lucrativos para desdoro o perjuicio de la persona

Te dedicas a realizar creaciones, como Vídeos, reels o música; o desarrollas software, aplicaciones, juegos, o cualquier tipo de programas informáticos